miércoles, 15 de febrero de 2012

Hacer el indio

Hacia calor estival y estaban los dos aburridos en casa, a el, se le ocurrió sin motivo alguno sacar los dos disfraces de indios que guardaba en el armario del carnaval pasado, ella, mientras tanto, pintaba sus uñas sentada en la cama y le pregunto que que estaba haciendo con esos disfraces de carnaval mientras sonreía.

-He decido queee...Vamos a disfrazarnos, haremos el indio por el centro de Barcelona! -dijo el.
El chico dejó caer los disfraces sobre la cama, y empezó a desabrocharse la camisa.
-Correremos entre las palomas de la plaza, asustaremos a los viandantes por la calle, y haremos reír a los niños con los que nos crucemos! -continuó mientras sonreía.
-Pero y la gente? -dijo ella pasmada.
-Que pasa con la gente? te preocupa lo que lleguen a pensar? Mira, yo que entiendo a las personas podría decirte que pueden llegar a pensar la mayoría. La gran parte de las personas, no entenderán que hacen dos chicos disfrazados de indio en pleno Junio, y al no entenderlo sentirán un pequeño rechazo, otros sentirán envidia, otros vergüenza, otros sorpresa y otros nos ignorarán. Podríamos dejarnos la vergüenza encerrada en casa y hacerlo sin más. Que te parece? será divertido!
-Abufff! Vale! deja que se sequen mis uñas y hagamos el indio por Barcelona!

Una vez que se secó el abanico de colores que portaba por uñas, la chica se cambió, su vestido estaba lleno de flecos y su cabeza llena de plumas, a ella le encantaban las plumas desde siempre. Una vez listos, abandonaron la casa, en el ascensor se miraban nerviosos con la cara pintada mientras se agarraban con fuerza de la mano.

-Estas preparado para hacer el indio? -dijo ella apretando los dientes contra su labio inferior.
-Estoy preparado para hacer lo que más me gusta! compartir momentos inolvidables contigo! Estas preciosa de india...
-Calla tonto.

Gritaron juntos, corrieron juntos, sintieron el viento de los aleteos de las palomas revoloteando por su alrededor, dibujaron sonrisas en la cara de los niños, hicieron fotos y comieron helado...

Al caer la noche, permanecieron tumbados en la azotea exhaustos por aquel día tan cargado de vida. Ella se preguntaba si habrían más días como este. Y el se preguntaba si ella querría compartir con el más días como este. Pensaba que era más importante preguntarse: "que quiere esta india hacer y compartir conmigo", que, "que siente esta india por mi". Pero de lo que estaba seguro, es de que ambos, deseaban vivir con fuerza, por eso no la soltaba la mano.

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