lunes, 19 de noviembre de 2018

Ahora lo entiendo

Entiendo lo que sentí antes de pedirte un tiempo para aclararme.
Aunque no sabía lo que necesitaba: otras personas, otras chicas, cambiar el nombre a lo nuestro.

Lo único que necesitaba era alejarme dentro de mí, para encontrarte a ti, y redescubrir dos cosas. Que tu eres mi amor más profundo y mi hogar.

Recuerdo lo que sentí después de aclararme aquella noche tan larga en vela, fue alivio.

Entiendo lo que sentiste tú, sentiste dolor, y la creencia de que ya no te quería. Eso yo no lo entendía en aquel momento.

Ahora que yo estoy al otro lado, lo entiendo, entiendo que no porque me hagas sentir este dolor, tienes porque dejar de quererme, como no deje de hacerlo yo.

Ahora que yo estoy al otro lado lo entiendo, lo tengo más claro, cada vez, son más claras las cosas que tengo, más claras las imágenes, más claro lo que necesitas, cuando me hablabas de seguridad.

Creo que lo único que me queda ya por tener claro…
Es cuanto tiempo necesitas para volverme a hablar.
Para aclararte tú, aclarar supongo, si quieres que sea la persona con la que quieras compartir tu vida.

Tengo claro... Que persona quiero que seas en mi vida Jitaku. Quiero que seas la persona con la que compartir mi vida y formar una familia. Aceptaría que yo no fuese esa persona para ti, con tiempo al menos. Esa es la gran duda que me planteo cada día, si seré yo también esa persona para ti. Supongo que tú también.

domingo, 18 de noviembre de 2018

9:53

Ya es domingo por la mañana, acabo de despertar. Aún metido en la cama, abro un poco los ojos, miro la ventana. Creo que la palabra que mejor define como me siento ahora es: destrozado. Siento como si mi pecho fuera una bola de papel recién arrugada. Que te mantengan en la distancia. Es como mantenerte en un limbo, no sabes si te han dejado, si te están dejando, o si cuando te hablen, te dejarán. Esa es la incertidumbre, qué más te va matando cada día, minuto a minuto. No sé cuanto tiempo más soportaré estar en esta carcel de incertidumbre. Cada vez cuesta creer más tu cariño.

sábado, 17 de noviembre de 2018

La mala decisión

Y las malas decisiones...

Creo que la que peor tomamos fue la de quedarme en yo en el piso para venderlo mejor, como si tuviese visitas cada día, en lugar de haberme marchado contigo...Fue en parte orgullo también, por no entregar la habitación que tanto nos costó construir a la persona que nos traicionó.

No debí convencerte. Debiste convencerme tu a mi. Fui un ingenuo, pensé que sería más fuerte. No podemos volver al pasado, a lo feliz que era viviendo solo contigo, solo cuando se inmiscuyen en nuestra relación bajo el techo que vivimos terceras personas, como mi madre o mi padre, empiezan a torcerse las cosas.

Pero también es cierto y no negaré que necesitaba sentir aunque me este matando por dentro... Este abandono por tu parte, aunque sea cuando menos lo necesitaba, tal vez necesario en este momento, para volverme más fuerte, y entender todo lo que antes no entendía. Para valorar todo lo que antes no valoraba.

Tal vez sea esta fatídica época para mi, la que me enseñe y sirva en algún futuro, si lo hay algún día entre nosotros Jitaku...Para que podamos vivir felices y en paz a solas, que es lo que siempre quisimos. Solo que yo ahora viéndote más como familia, que como pareja. Como las que se reencuentran con amor y se abrazan en Sants.

Si aún todavía me quieres y quieres vivir conmigo, compartir techo conmigo, compartir cama conmigo, todo de nuevo conmigo. De una forma más sana, saludable y responsable, con más cuidado hacia nuestra relación, hacia nosotros mismos.

No tardes en volver... Porque es frustrante descubrir como es tener un sueño en tu vida, y que no dependa de ti el hacerlo realidad.

La Órbita


Me siento cada vez más lejos. Y cuanto más lejos, más me inunda la sensación de que no sabré volver. Como si me hubieses apartado de la órbita de tu vida y me alejase perdiéndome entre la oscuridad y el vacío del inmenso cosmos.


Posiblemente llegará el día en que vuelvas a acercarte.
Y seguramente me preguntes junto con una carita sonriente: 
-Hola! ¿Como estas? :)

Como si nada hubiese pasado, como si nada me hubiese pasado. Y no sabré que significa. ¿Qué ya no consigue distraerte de mi los videojuegos por la noche? ¿Qué ya no quieres más distancia y tiempo? ¿Qué ya te aclaraste? ¿Qué ya no quieres que sienta más dolor?

No sé cuando llegará ese día. No sé cómo estaré. Pero tal vez siga sintiéndome…Perdido entre la oscuridad y el vacío, un poco más oscuro y un poco más vacío. Ojalá me sintiese de otra forma.

Sábado noche


Si me acerco, si te escribo… Creo que significará que no puedo estar contigo, que no es que te prefiera, si no que te necesito. Que no sé estar sin ti. Pero cuanto más tiempo pasa, más me duele, más dudas. ¿Por qué me haces sentir este abandono en la época de mi vida que menos lo necesito? ¿Piensas en mí? ¿Necesitas espacio, para no pensar en mí? ¿Para olvidarte de mí? ¿Realmente…me quieres? ¿Me amas?...

Creo que, si vuelves a hablarme, solo quiero que sea para decirme que quieres volver conmigo, y mejorar juntos, con la ayuda que sea necesaria. O para dejarme para siempre. Así todas mis dudas se despejarían…

Creo que puedo ser feliz sin ti, que podría llegar a serlo. Pero no ahora. Pero ahora, tu eres más feliz sin mí, estas menos agobiada. He cometido tantos fallos… Espero que nunca sientas este abandono. Mi relación familiar no va bien, no sé cual será mi hogar mañana, ya no tengo pareja, no te tengo a ti, y hasta el mes que viene no vuelvo a trabajar.

Solo me queda tiempo, ahora que lo he perdido todo.

Trato de distraerme, veo películas, series, quedo con amigos. Pero nada consigue sacarte de mi cabeza, porque siento que formas parte de mi ser, y cada emoción, me recuerda a ti.

No necesito que me escribas, no necesito que me hables.
Necesito realmente que me abraces,
y que no te marches nunca más de mi lado.
Por que la vida es muy corta, y el tiempo pasa volando. Y yo quiero pasar la mayor parte de ese tiempo con la persona que más amo, contigo.

Perdón y gracias para Jitaku



Lo siento por: Lo siento por…Por no haber sabido expresarte lo que siento, con cada acto, con cada palabra, para que pudieras creer en ello tanto como yo. Lo siento por no haber sabido entenderte muchas veces, por no haber sabido ponerme en tu lugar. Lo siento por… Por no haber creído en ti, cuando era lo que necesitabas, no lo que mis miedos a que fracasases como hice yo en mi adolescencia, me hacían creer a mí. Lo siento también, por no haber valorado en su día, el trabajo doméstico. Lo siento por, el primer año, hace años. Y en definitiva, lo siento por no haberlo dado todo, cuando era todo, lo que por amor, debía darte.

Gracias por: Gracias por ser tan fuerte, tan valiente. Por atreverte a marcharte tan joven de casa. Siempre valore esos dos rasgos de ti muchísimo. Gracias de nuevo, por cada plato que pusiste en mi mesa para que comiese. Gracias por dejar que me quedase a dormir contigo cuando vivías compartiendo piso. Gracias por estar siempre a mi lado apoyándome, por cada abrazo, por cada sonrisa. Gracias por…Por ir aquella noche, aquella fiesta, aquella discoteca, gracias por cruzarte conmigo, por cruzarte en mi vida, por permanecer en ella, gracias por el paseo por el bosque, por hacer que lata con fuerza mi corazón, gracias por cada una de las caricias que me dabas antes de irme a dormir. Gracias por tus miradas entre las sabanas, dios… te prometo que nunca las olvidaré. Gracias por ser un amor de persona Jitaku. Gracias gracias gracias por todo. Gracias por ser, por pasar, por quedarte tanto tiempo en mi vida.
Gracias por tu amor y gracias por existir Jitaku…



viernes, 16 de noviembre de 2018

335-1850


Que corta es la vida, y que paciencia hay que tener a veces.
Estoy sentado solo a oscuras en el sofá buscando alguna excusa con la que distraer mis pensamientos de ti, cuando eres tu mi pensamiento favorito. Miro la cocina, miro la tele, escucho el tic-tac del reloj de la pared, escribo estas líneas.

Miro el reloj, son las 18:50, faltan 40 minutos para que salgas de trabajar porque hoy es viernes y sales antes. Cuando salgas, te encontrarás a 335 metros de mi. Luego girarás la calle, y correrás cuesta abajo como se que te gusta hacer aunque yo te diga que tengas cuidado. Correrás dirección contraria a la que estoy yo.

En mi cabeza, imagino que tomas la otra calle, la otra dirección, la que te lleva a mi, y yo ya no estoy sentado escribiendo estas líneas. Estoy preparándote la merienda en la cocina que antes miraba. En mi cabeza, te veo entrar cansada pero sonriendo. Te doy un beso corto y un abrazo largo. Luego dejas tus cosas y te sientas por fin, y aunque yo este centrado, en la merienda que preparo, te siento cerca a 2 metros. Siento que esta todo bien.

Pero en realidad tomas la otra dirección y te alejas de mi, cada paso, aumentan los metros, suman los minutos, las horas. Pesando cada vez más el tiempo y la distancia que nos separa.

Pienso: -Algo no estamos haciendo bien.

Luego trato de corregirme,
y pienso: -Estamos haciendo bien…
Si pretendo que en algún futuro, lo que pasó en mi cabeza, se haga realidad.