lunes, 16 de julio de 2012

Escapo de la razón, como siempre.

Mi manera de pensar es el fruto de mis reflexiones, 
está en relación con mi existencia. 
No tengo el poder de cambiarla, 
y aunque lo tuviera no lo haría. 



Esta manera de pensar que juzgáis es el único consuelo de mi vida, 
me alivia de todas las penas en esta sociedad,
 forman todos mis placeres en el mundo,
 y me importa más que la vida.
Siendo esto así, descubro que,
 la causa de mi desgracia no es mi manera de pensar
 sino la manera de pensar de los otros.
...


(Los existencialistas pondrán énfasis en la perspectiva subjetiva. Esto hace que sean filósofos asistemáticos. Se oponen a la existencia de principios racionales, objetivos y universalmente válidos. En cierto sentido, los existencialistas, a partir de Kierkegaard, son “irracionalistas”: no porque nieguen el papel del pensamiento racional, sino porque creen que las cosas más importantes de la vida no son accesibles a la razón o a la ciencia.)

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