viernes, 20 de julio de 2012

Es importante para mi recordar las palabras de Hesse de vez en cuando, son como un antídoto para renovarse, o para recuperar aquello que tan despreciables y admirables, tan horribles y bellos nos vuelve, humanidad, en tiempos de decadencia moral y dolores del alma varios. Si Kierkegaard me ayuda a cerrar los ojos para escucharme, Hesse me ayuda sin duda a abrirlos, para explicarme lo que hay, lo que soy, y lo que somos, con ternura y calma, para sentirme mejor.



...Qué extraña ha sido realmente mi vida! -pensó-. Qué rodeos tan curiosos ha dado!...Qué camino el mío, sin embargo! Cuánta estupidez, cuántos errores, disgustos, dolores y desilusiones he tenido que soportar sólo para poder volver a ser un niño y empezar de nuevo!...He tenido que probar la desesperación, rebajarme ante las más insensatas de las ideas, la del suicido, para poder sentir la gracia, para volver a dormir bien y a despertarme tranquilo. He tenido que convertirme en un loco para redescubrir lo que hay en mi interior. He tenido que pecar de nuevo para poder revivir. ¿Por dónde me llevará aún mi camino? Es un camino absurdo, que avanza dibujando curvas, tal vez en círculo. Que avance como quiera. Yo lo seguiré...

-Siddharta. Hermann Hesse

No hay comentarios:

Publicar un comentario