miércoles, 23 de mayo de 2012

El grito de auxilio a medianoche

Suena un grito de auxilio, alguien pide socorro y la desesperanza brilla en las palabras de esta noche tan oscura, alguien necesita ayuda, alguien necesita ser salvado. Porque sabe que el frío se come la vida, y son estos racionales los que pelean con la lógica y hacen que vuelen las ideas, los que aceptan que la vida humana se rige por la razón, destruyendo así la posibilidad de vivir. Pero el grito de auxilio es fuerte, aunque el no escucha, no le gusta ser recordado solo cuando las cosas se ponen jodidas, así que fruto del egoísmo que siente hacia los mortales, y del odio por ser tan despreocupados y descuidados, de valorar tan poco lo que se les ha dado. Que dios hace oídos sordos a esos gritos de auxilio, no le gusta la falsa fe de los cristianos, que solo se acuerdan de el, cuando las cosas se ponen feas, y al ir las cosas bien, queda olvidado, queda falto de existencia. Es entonces cuando busca, pero no encuentra, motivos para ofrecer algo de vida, motivos para acercarse y compartir, motivos para ofrecer ayuda o algo de alivio aunque sea. Y desde la completa lejanía, al final del infinito! en lo alto de su reino! susurra con justificable lamentación: no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario