lunes, 10 de enero de 2011

Capítulo 1 - Las arrugas de la cama de Sara

Cuando Sara se despertó aquella mañana, luego de un sueño poco tranquilo, dirigió su vista poco a poco con los ojos medio cerrados hacia la ventana que quedaba tras su cama, aun tumbada, miraba del revés las pocas hojas que andaban sujetas por unas extensas y oscuras ramas de uno de los plátanos que había plantado en la calle, por encima de las ramas, el cielo estaba encapotado de nubes. La mañana no estaba acostumbrada a ver a Sara despierta a una hora tan temprana un domingo, sería por eso que la miraba tan gris y extraña, mientras Sara miraba el cielo inmóvil. 


Había pasado dormida más horas de las que acostumbraba dormir, debido a que llevaba muchas horas despierta el día anterior. Lo cierto, es que su ritmo de vida era un caos! Le costaba horrores pegar ojo por las noches, Sara a diferencia de su hermana era una chica muy curiosa, y dormir no era tan interesante como descubrir, aunque igual de necesario, le sobraban ganas y le faltaba sueño, pero por primera vez en mucho tiempo, despertó un domingo por la mañana con ganas de moverse y salir de las oníricas y onduladas texturas que ofrecían las arrugas de su cama. 


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