El trasfondo de la palabra en el que no buscamos, la limitación de definir, la tolerancia del significado, y el encuentro de lo estricto que nos pierde. El tono de voz que no hubo. Los ríos de las necesidades, los valores y los deseos, el resentimiento en el que desembocan, la libertad subjetiva inexistente y el pensamiento libre, la capacidad de decisión, la coherencia y la contradicción, el respeto que no tuvimos. La fortaleza que ofrece la comprensión y el pensamiento, la dulce aceptación, la soledad y la elección.
La vida no es un problema que deba ser resuelto, solo una experiencia que debe ser vivida, si fuese un problema, no nos importaría que el tiempo pasase tan rápido, aunque no todo el mundo se de cuenta de ello. Y suelen ser precisamente esas personas, las que no se percatan de la fugacidad del momento, las que enfocan el valor hacia direcciones incorrectas. Pero que es lo correcto o lo incorrecto ? de que depende?
Sin duda es más importante preguntarse si algo es correcto o incorrecto, que si esta bien o esta mal. Como es más importante preguntarse que quiere compartir esta persona conmigo, que, que siente esta persona por mi?
La palabra, no tiene porque aclarar la experiencia de la vida,
no hay que encerrar la vida en la palabra.
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